Imagina un niño en una aldea remota del Sahel. ☀️Es verano. No hay electricidad. Ni frío. Pero tiene derecho a una vacuna.Y llega con su efecto intacto… no porque alguien la haya mantenido en hielo, sino porque está diseñada para resistir el calor.
💡 Hoy, eso es una realidad en camino.Científicos británicos han desarrollado vacunas capaces de mantenerse estables a temperatura ambiente hasta 18 meses, entre -20 °C y +40 °C, sin necesidad de refrigeración.Esta tecnología, ya en ensayos clínicos como la vacuna frente a tétanos-difteria SPVX02, podría acabar con uno de los mayores cuellos de botella en la distribución sanitaria global.Pero esto no es solo ciencia.Es igualdad sanitaria.Es distribución sin fronteras.Es garantizar que la calidad no dependa de la geografía.
🌍Para quienes trabajamos en BPD, calidad o logística sanitaria, esto supone una revolución: menos dependencias, menos desperdicio, más alcance.Todos los días, aseguramos que un medicamento viaje seguro.Pero ahora, incluso sin frío, ese viaje seguirá siendo seguro.
Este avance me reafirma en una convicción:
El conocimiento aplicado en distribución no es opcional…Es el motor que permite que la ciencia llegue donde más importa.
💬 ¿Qué te parece esta innovación?¿Cómo cambiaría tu forma de ver la distribución si no necesitara frío?